sábado, 16 de enero de 2010

El terremoto

Estos días en los que tantas y tantas personas se debaten "si la pequeña aportación económica que podemos hacer llegará o no llegará" porque parece que "nadie" se fía de las asociaciones de ayuda humanitaria, me resulta extremadamente difícil ver algunas imágenes de la tragedia sin que se me salten las lágrimas.

Sea como fuere, desde aquí apenas podemos hacer más que nuestra pequeña aportación económica. Los más románticos pensamos que llegará, los incrédulos, no aportan. Me pregunto si realmente no es una excusa para no colaborar.

Nuestras lágrimas son continuas estos días; por lo ocurrido, por la tragedia, por la impotencia, por tantas y tantas vidas acabadas, por el sufrimiento, por ver que varias familias españolas adoptantes que todavía no han podido abrazar a los que ya son sus hijos y que el cruel destino puede haberles dejado sin ellos.

Es difícil ver las imágenes que nos llegan sin sufrir por ellas o al menos sin que se nos erice la piel. Anoche, con lágrimas en los ojos, pensaba en todas esas personas que dedican su día a día a salvar vidas. Gracias a ellos anoche uno de tantos niños que hoy todavía sollozarán bajo los escombros, fue salvado. Pues por eso, únicamente por eso, nuestra aportación desde aquí merece la pena.



1 comentario:

Laura dijo...

Yo creo que tu pregunta tiene fundamente... y el "miedo" a que no llegue es excusa para no colaborar.
Laura.